Es importante, casi vital, neutralizar estas iniciativas empezando por reconocer que en el extranjero tenemos, también, un frente abierto.


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Stanford, una de las dos prestigiosas universidades de California, recibe hoy, día de los enamorados, a Juan José Ibarreche, con el fin de que ilustre a los allí presentes en una conferencia titulada “A Proposal to Transform the Basque Conflict”, con sus ideas acerca de cómo superar el dichoso “Basque conflict”.

No es la primera vez que esta universidad, dirigida por un rector con orígenes vascofranceses, da cobijo al ideario separatista. En 2004 la revista Sixdegrees, editada por la institución y dedicada a los derechos humanos, publicaba una carta enviada por el director del panfleto proetarra Egunkaria, Iñaki Uria. Como presentación de la carta, la revista incluía la siguiente introducción: «Los profesores John Perry y el rector John Etchemendy recibieron esta carta de Iñaki Uria, un editor de diarios vasco, poco antes del atentado terrorista con bombas en los trenes españoles del 11 de marzo de 2004. Aunque la inmensa mayoría de los vascos no tienen nada que ver con Euskadi ta Askatasuna (ETA) -grupo al que España atribuyó inicialmente que era el autor del ataque-, normalmente escritores vascos, políticos y activistas de todo tipo han sido metidos en la cárcel sin cargos y tratados como terroristas».

El lehendakari tiene hoy la oportunidad de explicar las “bondades” de sus planes secesionistas y la “necesidad de acabar con la dominación española, de modo pacífico y dialogante, para poner fin al conflicto secular entre los dos pueblos” y el resto de supercherías y deliremas que el PNV urde en su tradicional discurso victimista, especialmente repugnante cuando se dirige a oyentes extranjeros, por lo general, despistados o poco avisados de lo que aquí se cuece.

Y es que una de las bazas con las que juega el PNV para lograr sus fines es la “internacionalización del conflicto”. Por esto dispone de dos oficinas en los EE.UU. (en Washington y Nueva York) a través de las cuales organizan lobbies, que cuentan con medios de comunicación propios, encargados de contar su peculiar cuento de la pobrecita Euskalerría invadida por fuerzas de ocupación españolas. Y esto sucede desde hace tiempo sin que las autoridades españolas hagan nada por evitarlo.

Es importante, casi vital, neutralizar estas iniciativas empezando por reconocer que en el extranjero tenemos, también, un frente abierto.

La Universidad de Stanford, cuyo lema es «Die Luft der Freiheit weht» (“sopla el viento de la libertad”, frase del teólogo protestante alemán Ulrich von Hutten) debiera saber que el viento que viaja con Ibarreche no es un soplo de libertad, sino de muerte, enfrentamiento y destrucción, que se nutre de los delirios soberanistas y racistas de Sabino Arana, fortalecidos por la actividad criminal de la ETA y encomendado a la destrucción de la Nación Española.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA